CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS-ANNA ROSSELL
CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS-ANNA ROSSELL
CARTA DE ANNA ROSSELL AL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS
Español (Traducción de Anna Rossell)
Original catalán a continuación
Anna-Xec, 30-05-2015
Querido Xec,
tus letras son siempre de una densidad especialmente rica y animan a la reflexión, y hay que dejarlas reposar. Esto y la falta de momentos suficientemente tranquilos para escribir reposadamente y con calma ha retrasado más de lo que hubiera querido mi respuesta. Disculpa.
Tu última carta gira en torno a dos ejes fundamentales que, desde el planteamiento que tú haces, se pueden relacionar: los nacionalismos y los movimientos migratorios y de refugiados masivos, provocados por el desequilibrio económico norte-sur y por las guerras y las persecuciones religiosas, que, lamentablemente, también están muy ligadas a este desequilibrio.
Escribes:
"Detrás de cada nación hay una larga historia de conquista de la identidad nacional y mil y una batallas para definir sus fronteras, y mil y una luchas internas para definir la ley que regula el espacio común y la relación entre los ciudadanos. El orgullo nacional se alimenta de esta historia y hace sentir como extranjero al que no ha participado de ella [...].
Y sigues diciendo que este nacionalismo defiende sus valores "contra la invasión de los inmigrantes y los que acojamos tendrán que pagar el precio de la aculturación y de la asimilación".
Desde la definición que tú haces de los nacionalismos como movimientos de extrema derecha, que defienden valores culturales propios "a hierro y sangre" y hacen sentirse extranjeros / as a aquellos / as que no han vivido su historia, entiendo que establezcas un vínculo entre el nacionalismo y la xenofobia. Efectivamente, hay un tipo de nacionalismo que sigue este patrón. Y de estos tenemos nacionalismos unos cuantos muy cerca: en Francia (Frente Nacional de Jean Marie Le Pen), en Austria (Partido por la libertad de Austria, FPÖ), en Bélgica (Blaams Belang, VB y el Frente Nacional, FN), en Alemania (Partido Nacionaldemócrata de Alemania, NPD), en Dinamarca (Partido Popular Danés, DF), en Grecia (Amanecer Dorado), en los Países Bajos (Partido por la Libertad, PVV), en Italia (Liga Norte, LN y Fuerza Nueva, FN), entre otros -hay más, y algunos con un número importante de diputados .... Estos partidos, que se llaman nacionalistas y entienden el nacionalismo como una salvaguarda de sus valores, que desean puros y exentos de "contaminación", tienen en común el populismo, la xenofobia y el autoritarismo, y sobre esta base construyen sus variaciones. Esta ideología, llevada a su extremo, protagonizó el terror nacionalsocialista y el genocidio de judíos / as, gitanos / as, enfermos / as, homosexuales, opositores / as políticos.
Hay, sin embargo, otros nacionalismos que no tienen nada que ver con estos que acabo de mencionar: son aquellos que, en el transcurso de la historia, han fomentado las agresiones externas contra ellos: los movimientos nacionalistas europeos del siglo XIX con las invasiones napoleónicas, por ejemplo. Y de este tipo en la actualidad podríamos citar Kosovo, Ucrania, Escocia, Irlanda y Cataluña, entre otros (también el desmembramiento de la URSS derivó en nacionalismos que acabaron constituyendo Estados). Estos no tienen nada que ver con el autoritarismo ni con la xenofobia. Se trata de países, grupos culturales y / o étnicos que se sienten dejados de lado o poco considerados en un Estado que no respeta la pluralidad como es debido. Del que más puedo hablar, evidentemente, es del de Cataluña, donde si hasta hace pocos años el nacionalismo independentista era un sentimiento minoritario, éste ha crecido de manera exponencial desde que los últimos gobiernos centrales han desarrollado unas políticas y una propaganda de rechazo hacia Cataluña que ha hecho salir a la gente de quicio y masivamente a la calle. Pero nada más lejos de la gran mayoría de los / las catalanes / as que la xenofobia, nada más lejos de la gente de Cataluña el no valorar culturas diferentes a la suya, al contrario: como nos sentimos tan poco valorados/as como riqueza cultural para compartir en la construcción de un país común, donde todos / as aportamos la diferencia como un valor, sabemos de la importancia de cualquier diferencia.
Estos otros nacionalismos no son insolidarios. El sentimiento nacional no tiene nada que ver con la falta de solidaridad. Pero no es éste el tema que ocupa nuestra principal reflexión. Sólo quería hacer esta puntualización.
Vamos al tema más importante:
Cuando te refieres al comportamiento de los países del norte hacia la inmigración y los / las refugiados / as de los países del sur haces referencia a:
"[...] Intereses económicos de las grandes potencias y de su necesidad de crecimiento en un mundo que evidencia cada vez más la limitación de los recursos naturales y la concentración del capital."
Y más adelante:
"De hecho, estos valores vienen hoy expresados, casi exclusivamente, por los estados occidentales en ayuda humanitaria y de urgencia ', (así han traducido la limosna de los burgueses y la caridad de las buenas monjas), en cumbres de buenas intenciones y con soldados de la paz.
La problemática es mucho más sencilla: hay ricos y pobres, y los primeros engordan y los segundos se mueren de hambre; los recursos naturales son limitados y la mayoría de la población mundial no disfruta del bienestar de las sociedades occidentales; la guerra y el terrorismo internacional, el tráfico de drogas y la pornografía alimentan las finanzas del capitalismo, justifican la exclusión y la marginalización y ofrecen 'panem et circenses' para entretener a las masas y desviar su atención de las injusticias más profundas. "
No cambiaría ni una coma.
Nunca he entendido como no se solucionan algunas necesidades básicas que serían fáciles de solucionar: en algún lugar he leído recientemente que si las personas más ricas del mundo (ahora no sé exactamente a qué lista de 'gente rica' se refería quien lo escribía) dieran una mínima cantidad de su capital, se podría resolver toda la escolarización en el mundo. Por otra parte, si la Unión Europea consigue tantos millones de Euros en calidad de fondos estructurales a partir de las aportaciones que hacen los Estados de la Unión, no se podría hacer lo mismo a partir de las aportaciones de los países ricos del mundo por compensar las desigualdades y lograr el equilibrio? Por qué no se acaba de implantar la Tasa Tobin, que grava la transacción de capitales? Con el dinero que esto generaría se podrían diseñar programas de inversión en los países del sur que, bajo control, cambiarían la economía de estos países absolutamente, y eso cortaría de raíz la emigración económica (la cuestión de los refugiados políticos y religiosos es algo más complejo). ¿Cuántas muertes evitarían? ¿Cuántas vidas desarraigadas, que se ven obligadas a dejar su tierra y su familia sin querer dejarla? Contrariamente a esto lo que se hace es, como bien dices, dar limosnas en forma de "ayuda humanitaria y de urgencia". Y lo más grave es que esta "ayuda humanitaria y de urgencia" no hace sino aumentar la dependencia del sur hacia el norte y eso hace cada vez más difícil la relación y su autonomía.
También hablas de la política del "panem et circenses" como estrategia de los gobiernos "para entretener a las masas y desviar su atención de las injusticias más profundas". Y sí, sobre todo en lo que se refiere a las injusticias más inmediatas, las que tocan directamente los bolsillos y la salud de la gente a la que dan "panem et circenses", a menudo la gente se deja engatusar. Pero cuando las cosas llegan a un extremo muy extremo, es decir, cuando ya falta incluso el pan ya no sirve el circo y la gente sale a la calle: esto es lo que ha pasado aquí en España con dichas "mareas "; con los recortes el gobierno ha llegado tan lejos, que la gente ha dicho basta y ha salido a la calle. El movimiento de los / las indignados / as fue consecuencia de lo mismo. Y ahora lo estamos viendo reflejado en los resultados de las urnas.
Pero un punto importante es distinguir entre la indignación cuando toca el bolsillo, el bienestar y la salud propios y cuando toca los de otra gente. Lamentablemente pocas veces la gente sale en masa a la calle indignada por cuestiones que no le afectan directamente. Y esta es una reflexión que también me gustaría hacer.
Este verano te hablaba de una moción que un grupo político alemán había presentado en el Parlamento de su país para debatir con urgencia cuál debía ser el posicionamiento de Alemania hacia la desaparición de los / las estudiantes mexicanos / as. La diputada exigía una actuación urgente. Esta actitud es la que me refiero; por parte de los / las políticos / as o por parte de los / las ciudadanos / as. ¿Por qué no se da ningún movimiento de indignación masiva respecto de las políticas del norte hacia los países del sur? Como mucho hay recogidas de firmas de cara a las injusticias (las campañas de Amnistía Internacional, por ejemplo), que ya consiguen muchas cosas (Tratado de comercio de armas; que en el parlamento europeo se hablara de la Tasa Tobin; ampliación de las plazas de refugiados, etc.), pero sería necesaria una marea humana de millones de personas, que saliéramos a la calle para decir basta a este desequilibrio, ya basta de políticas económicas neoliberales, ya basta ... Ante tantas muertes en el Mediterráneo, sí, un ciudadano ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas a través de Change.org para llevarlas al congreso de los diputados español, pero eso es todo. Existe también la fórmula de la Iniciativa Legislativa Popular, que me gustaría estudiar para ver si podría ser una buena herramienta en este sentido. Lo que está pasando es un crimen organizado. Es el nombre que mejor lo define.
Te mando un fuerte abrazo,
Anna
*
*
CARTA D'ANNA ROSSELL AL TEÒLEG I SALESIÀ XEC MARQUÈS
Anna-Xec, 30-05-2015
Estimat Xec,
les teves lletres són sempre d’una densitat especialment rica i esperonen, i cal deixar-les reposar. Això i la manca de moments suficientment tranquils per escriure reposadament i amb calma han retardat més del que hagués volgut la meva resposta. Disculpa.
La teva darrera carta gira entorn de dos eixos fonamentals que, des del plantejament que tu fas, es poden relacionar: els nacionalismes i els moviments migratoris i de refugiats massius, provocats pel desequilibri econòmic nord-sud i per les guerres i les persecucions religioses, que, lamentablement, també van molt lligades a aquest desequilibri.
Escrius:
“Al darrera de cada nació hi ha una llarga història de conquesta de la identitat nacional i mil i una batalles per a definir-ne les fronteres, i mil i una lluites internes per a definir la llei que regula l’espai comú i la relació entre els ciutadans. L’orgull nacional s’alimenta d’aquesta història i fa sentir com estranger el que no hi ha participat [...].
I segueixes dient que defensen els seus valors “contra la invasió dels immigrants i els que acollim hauran de pagar el preu de l’aculturació i de l’assimilació”.
Des de la definició que tu fas dels nacionalismes com a moviments d’extrema dreta, que defensen valors culturals propis “a ferro i sang” i fan sentir-se estrangers/es a aquells/es que no han viscut la seva història, entenc que facis un lligam entre el nacionalisme i la xenofòbia. Efectivament, hi ha un tipus de nacionalisme que segueix aquest patró. I d’aquests en tenim uns quants ben a prop: a França (Front Nacional de Jean Marie Le Pen), a Àustria (Partit per la llibertat d’Àustria, FPÖ), a Bèlgica (Blaams Belang, VB i el Front Nacional, FN), a Alemanya (Partit Nacionaldemòcrata d’Alemanya, NPD), a Dinamarca (Partit Popular Danès, DF), a Grècia (Amanecer Dorado, en traducció espanyola), als Països Baixos (Partit per la Llibertat, PVV), a Itàlia (Lliga Nord, LN i Força Nova, FN), entre altres –n’hi ha més, i alguns amb un nombre important de diputats... . Aquests partits, que es diuen nacionalistes i entenen el nacionalisme com una salvaguarda dels seus valors, que volen purs i exempts de “contaminació”, tenen en comú el populisme, la xenofòbia i l’autoritarisme, i sobre aquesta base construeixen les seves variacions. Aquesta ideologia, portada al seu extrem, va protagonitzar el terror nacionalsocialista i el genocidi de jueus/ves, gitanos/es, malalts/es, homosexuals, opositors/es polítics.
Hi ha, però, altres nacionalismes que no tenen res a veure amb aquests que acabo d’esmentar: són aquells que, en el decurs de la història, han fomentat agressions externes: els moviments nacionalistes europeus del segle XIX amb les invasions napoleòniques, per exemple. I d’aquesta mena en l’actualitat podríem citar Kosovo, Ucraïna, Escòcia, Irlanda i Catalunya, entre altres (també el desmembrament de la URSS va derivar en nacionalismes que van acabar constituint Estats). Aquests no tenen res a veure amb l’autoritarisme ni amb la xenofòbia. Es tracta de països, grups culturals i/o ètnics que se senten deixats de banda o poc considerats en un Estat que no respecta la pluralitat com cal. Del que més puc parlar, evidentment, és del de Catalunya, on si fins fa pocs anys el nacionalisme independentista era un sentiment minoritari, aquest ha crescut de manera exponencial des que els últims governs centrals han desenvolupat unes polítiques i una propaganda de rebuig envers Catalunya, que ha fet sortir la gent de polleguera i massivament al carrer. Però res més lluny de la gran majoria dels/de les catalans/es que la xenofòbia, res més lluny de la gent de Catalunya no valorar cultures diferents de la seva, ben al contrari: com que ens sentim tan poc valorats com a riquesa cultural a compartir en la construcció d’un país comú, on tots/es aportem la diferència com un valor, sabem de la importància de qualsevol diferència. 
Aquests altres nacionalismes no són insolidaris. El sentiment nacional no té res a veure amb la manca de solidaritat. Però no és aquest el tema que ocupa la nostra principal reflexió. Només volia fer aquesta puntualització. 
Anem al tema més important:
Quan et refereixes al capteniment dels països del nord envers la immigració i els/les refugiats/des dels països del sud fas referència als:
“[...] interessos econòmics de les grans potències i de la seva necessitat de creixement en un món que evidencia cada vegada més la limitació dels recursos naturals i la concentració del capital.”
I més endavant:
“De fet, aquest valors són avui expressats, quasi exclusivament, pels estats occidentals en ‘ajuda humanitària i d’urgència’, (així han traduït l’almoina dels burgesos i la caritat de les bones monges), en cimeres de bones intencions i amb soldats de la pau.
La problemàtica és molt més senzilla: hi ha rics i pobres, i els primers engreixen i els segons es moren de gana; els recursos naturals són limitats i la majoria de la població mundial no gaudeix del benestar de les societats occidentals; la guerra i el terrorisme internacional, el tràfic de drogues i la pornografia alimenten les finances del capitalisme, justifiquen l’exclusió i la marginalització i ofereixen ‘panem et circenses’ per entretenir les masses i desviar la seva atenció de les injustícies més profundes.”
No hi canviaria ni una coma. 
Mai no he entès com no se solucionen algunes necessitats bàsiques que serien fàcils de solucionar: en algun lloc he llegit recentment que si les persones més riques del món (ara no sé exactament a quina llista de ‘gent rica’ es referia qui ho escrivia) donessin una mínima quantitat del seu capital, es podria resoldre tota l’escolarització arreu del món. D’altra banda, si la Unió Europea aconsegueix tants milions d’Euros en qualitat de fons estructurals a partir de les aportacions que fan els Estats de la Unió, no es podria fer el mateix a partir de les aportacions del països rics del món per compensar les desigualtats i aconseguir l’equilibri? Per què no s’acaba d’implantar la Taxa Tobin, que grava la transacció de capitals? Amb els diners que això generaria es podrien dissenyar programes d’inversió als països del sud que, sota control, canviarien l’economia d’aquests països absolutament, i això tallaria de soca-rel l’emigració econòmica (la qüestió dels refugiats polítics i religiosos és quelcom més complex). Quantes morts no s’evitarien? Quantes vides desarrelades, que es veuen obligades a deixar la seva terra i la seva família sense voler deixar-la? Contra això el que es fa és, com bé dius, donar almoines en forma d’ “ajuda humanitària i d’urgència”. I el més greu és que aquesta “ajuda humanitària i d’urgència” no fa sinó augmentar la dependència del sud envers el nord i això fa cada vegada més difícil la relació i la seva autonomia.
També parles de la política del “panem et circenses” com a estratègia dels governs “per entretenir les masses i desviar la seva atenció de les injustícies més profundes”. I sí, sobre tot en allò que fa referència a les injustícies més immediates, les que toquen directament les butxaques i la salut de la gent a qui donen “panem et circenses”, sovint la gent es deixa entabanar. Però quan les coses arriben a un extrem molt extrem –és a dir, quan ja falta fins i tot el pa- ja no serveix el circ i la gent surt al carrer: això és el que ha passat aquí a Espanya amb les dites “marees”; amb les retallades el govern ha arribat tan lluny, que la gent ha dit prou i ha sortit al carrer. El moviment dels/les indignats/des va ser conseqüència del mateix. I ara ho estem veient reflectit en els resultats de les urnes.
Però un punt important és distingir entre la indignació quan toca la butxaca, el benestar i la salut propis i quan toca els d’altra gent. Lamentablement poques vegades la gent surt en massa al carrer indignada per qüestions que no l’afecten directament. I aquesta és una reflexió que també m’agradaria fer.
Aquest estiu et parlava d’una moció que un grup polític alemany havia presentat al Parlament del seu país per debatre amb urgència quin havia de ser el posicionament d’Alemanya envers la desaparició dels/de les estudiants mexicans/es. La diputada exigia una actuació urgent. Aquesta actitud és a la que em refereixo; per part dels/de les polítics/ques o per part dels/de les ciutadans/es. Per què no es dóna cap moviment d’indignació massiva envers les polítiques del nord envers els països del sud? Com a molt hi ha recollides de signatures de cara a les injustícies (les campanyes d’Amnistia Internacional, per exemple), que ja aconsegueixen moltes coses (Tractat de comerç d’armes; que al parlament europeu es parlés de la Taxa Tobin; ampliació de les places de refugiats, etc.), però caldria una marea humana de milions de persones, que sortíssim al carrer per dir prou a aquest desequilibri, prou a les polítiques econòmiques del neoliberalisme, prou a... Davant de tantes morts a la Mediterrània sí que un ciutadà ha endegat una campanya de recollida de signatures a través de Change.org per portar al congrés dels diputats espanyol, però això és tot. Existeix també la fórmula de la Iniciativa Legislativa Popular, que m’agradaria estudiar per veure si podria ser una bona eina en aquest sentit. El que està passant és un crim organitzat. És el nom que millor li escau.
T’envio una forta abraçada,
Anna