DULCE MARÍA LOYNAZ

LA SONRISA

Viendo allí todavía la sonrisa
de aquel Cristo tan pálido yo estaba:

Y era apenas sonrisa la imprecisa
medialuna que el labio dibujaba,
la albura melancólica y sumisa
de los dientes, que un poco se dejaba
ver la boca entreabierta...

La camisa
de brocado violeta le tiraba
de los frágiles hombros.

(Plata lisa
y oro rizado en el altar...)

(Para Paloma, de seis años,

que me dio el primer verso.)

SE CANSAN LOS OJOS

Se han cansado los ojos
pastoreando sueños.
Los presagios de luz
llevan sólo silencio,
y los grandes calores
han borrado los caminos 
y sus huellas.
Otoño anuncia el frío
engañando el sol una vez más.
No quedan horizontes
donde poder dormir.
Solitaria, desafinada,
tan sólo perdura la nostalgia.

(Carlos Sahagún. In memoriam)

JUNIO

Abrazado a tu tierra,
cuerpo en flor,
a tus praderas para galoparlas,
junio entraría en nosotros como la luz entre
estos pinos.
Entraría radiante, viniendo yo no sé
de dónde, pero cierto como un brazo de aurora.
y ya no habría hora triste ni momento
malo.