Anna Rossell traduce un poema de Regina Ullmann, poeta suizo-alemana
Anna Rossell traduce un poema de Regina Ullmann, poeta y escritora suizo-alemana:
«Lebendes Bild» / «Representación sacra»
LEBENDES BILD
Erwartungsvoll harren die Vielfachzerstreuten
eng aneinandergedrückt, Schulter an Schulter,
auf das lebendig gesammelte Spiel.
Aber wie sich der Vorhang hinauftut,
ist es mehr, als ihre Herzen zu fassen vermögen,
ist es eines der Wunder des Überflusses,
wie sie der Heiland im Fischfang getan
oder in der Mehrung der Brote.
Und sie schauen wie die Fischer
nach dem Ufer des Schauspiels,
daß jene ihnen helfen,
das Netz ins Schiff ziehn ...
und sie tragen mit den Jüngern des Herrn,
was übriggeblieben, zwölf Körbe an Brocken,
hinweg,
erfaßt von der großen Geste des Mitleids.
Dann lehnen sie wieder sich an das Gegenwärtige an
wie Mutter Maria an ihren Sohn, den Johannes,
und sinken mit der blassen
aschblonden Magdalena über der Narde zusammen,
als sei sie der Herr selbst,
und senken ihn weinend
mit letzten Kräften ins Grab,
die dreifach gelittne Passion beendigend.
Leise rollt der Vorhang darüber sich aus.
Doch erlischt nicht darunter das Bild:
denn wirklicher als eine Blume
je darin sein kann oder ein Vogel
und Duft und Farbe
und schwankende Windesbewegung,
ist eines Menschenherzens
wiederklingendes Leid.
(Quelle, Regina Ullmann, Gedichte, Insel-Verlag, 1919, Ss. 11-12):
https://ia801309.us.archive.org/0/items/3379432/3379432.pdf
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REPRESENTACIÓN SACRA[1]
Muy expectante aguarda la heterogénea multitud,
muy juntos, hombro con hombro,
la representación sacra viviente.
Pero cuando el telón se alza
sucede más de lo que su corazón espera;
sucede uno de los milagros de la multiplicación,
de aquellos que el Salvador obrara con la pesca
o la multiplicación de los panes.
Y miran como los pescadores
hacia la orilla del espectáculo,
cómo aquellos les ayudan
a subir las redes a la barca…
y con los discípulos del Señor transportan
lo que ha sobrado, doce cestas de trozos,
poseídos por el generoso gesto
de la compasión.
Después se entregan a la nueva escena,
María reclinando la cabeza sobre su hijo Juan[2],
y junto a Magdalena, pálida y de cenizo cabello,
se inclinan sobre el nardo,
como si el nardo fuera el mismo Señor,
y lo bajan, llorando,
con sus últimas fuerzas al sepulcro,
sellando la Pasión tres veces padecida.
En silencio baja sobre ellos el telón.
Pero la escena no se extingue,
pues el eco
del sufrimiento de un corazón humano
es más auténtico,
que una flor o de un pájaro que allí estuvieran,
que su aroma y su color
y que el movimiento oscilante de la brisa.
© Traducción de Anna Rossell
(Fuente, Regina Ullmann, Gedichte, Insel-Verlag, 1919, pp. 11-12):
https://ia801309.us.archive.org/0/items/3379432/3379432.pdf
[1] Antoine Marie Joseph Artaud (Marsella 1896-Ivry-sur Seine 1948), conocido como Antonin Artaud desarrolló un innovador concepto teatral en su ensayo Le theatre et son double (1932). Según Artaud, la principal función del teatro consiste en despertar fuerzas dormidas en el espectador enfrentándole a sus conflictos más acuciantes, sus anhelos y sus obsesiones. Es muy probable que Ullmann construyera su poema sobre esta idea de teatro de Artaud. (Nota de la traductora).
[2] Se refiere a Juan como hijo de la madre de Jesús, María, cuando Jesús antes de morir, dirigiéndose a su propia madre y refiriéndose a Juan, le dijo: «Madre, aquí tienes a tu hijo» (N. d. T.)