ESCRIBE CON TUS MANOS UNA CARTA
Y NUNCA PONGAS EL REMITE
Existe una raíz secreta que penetra en los sentimientos
y se nutre de una voz, un paisaje, una música…
Hay una calle, un mar de palabras,
una risa que enmudece porque llega el desconsuelo.
Hay una noche que pide amanecer,
ahora que desde el río sube la niebla y lleva gravado tu nombre.